Entre las cuencas de los ríos Saja y Nansa, en la zona occidental de Cantabria, un lugar de altísimo valor ecológico, está el Parque Natural Saja-Besaya.
Es la zona del cocido montañés, con su generoso compango, el guiso más popular de la región que se puede degustar en tabernas y mesones de Bárcena Mayor, Tudanca, Valle, Ruente, Ucieda, Carmona, Cos...
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Siempre acompañado de alubias rojas estofadas, de buenas viandas de la zona, en particular carne de vaca Tudanca y, en época adecuada, de buenas piezas de caza.
Campoo y Valderredible, en la parte sur de la región, limítrofe con Burgos y Palencia, se puede dar buena cuenta de la cocina campurriana, cuyas estrellas son la olla ferroviaria, el chuletón de rechao, la miel de brezo y las setas.
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También a destacar su excepcional ganado vacuno de montaña, su exquisito potro y cabrito, un fino hojaldre (pantortillas) y la mejor miel de Cantabria.
Otro punto importante es Campoo de Suso, con buenos artesanos del queso y de la miel, de las mermeladas y las confituras silvestres.
Por estos campos se recoge la exquisita seta de primavera.
En Valdeolea y Valdeprado de Río ofrecen buenas carnes de vacuno, lechazo, cordero y cabrito, así como miel de brezo y un estupendo pan, el de Olea, cocido en horno de leña.
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En las Rozas y Campoo de Yuso, la especialidad es el pollo de corral o "picasuelos".
De Valderredible destaca la patata, considerada la mejor de Cantabria, además de buena miel, como en toda la zona y un sabroso queso que se elabora en Guerrero, el valluco, artesano puro de oveja.
Los Valles Pasiegos forman una tierra dotada de una riqueza extraordinaria de pastos.
No es de extrañar que la vaca pasiega, hoy casi extinguida, diera la mejor leche y sus derivados, particularmente la mantequilla, sirvieran para elaborar una gran repostería, sobre todo sobaos y quesadas, productos que han logrado ser los mejores embajadores de la cultura pasiega.
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El itinerario contempla las tres villas pasiegas: San Roque de Riomiera, Vega de Pas y San Pedro del Romeral.
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Se recomienda adquirir los sobaos grandes, que llevan auténtica mantequilla pasiega.
Otro centro importante de sobaos y quesadas es Selaya cuyos sobaos son similares, pero las quesadas tienen sabores y texturas diferentes.
Aparte de los dulces, también es de resaltar la ya mencionada olla ferroviaria, la carne de vacuno, el guiso de cabrito, las alubias estofadas, los productos de la huerta y los quesos (el fresco de Vega de Pas y los quesucos de nata pasiegos, ambos elaborados con leche de vaca).
Para terminar el recorrido por la Cantabria más sabrosa, falta una visita a los valles de Asón y Soba, en la costa oriental de Cantabria, escasamente poblada y con una belleza paisajística notable. El Asón, junto al Pas, es el río salmonero por excelencia en Cantabria.
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Su cocina, como no podía ser de otra forma, incluye salmón, trucha y angulas.
El itinerario gastronómico comenzaría en Colindres, que cuenta con puerto pesquero y es zona de bares y tabernas donde se sirve buen marisco y pescado.
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En Limpias son famosos los picatostes con chocolate y en Ampuero las jornadas de las angulas y la caza, que atraen a multitud de comensales de todas partes.
En el valle de Soba se recogen buenas setas y se preparan recios asados de cordero.
Arredondo, conocida como la capital del mundo, presume de tener excelentes cotos de trucha y buena mano para los guisos de cordero y cabrito.
1 comentario:
Cuidado, el queso Valluco de Valderredible se elabora en Ruerrero, no Guerrero.
No hay ningún pueblo en Cantabria que se llame Guerrero.
Por si alguien quiere buscarlo. :-)
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